EL SECRETO DE "ESPARTACO"


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Josu Garay. Las victorias de Fabian Cancellara, el mejor contrarrelojista del mundo, no dejan de causar asombro. El año pasado fueron objeto de estudio y algunos llegaron a la conclusión de que se beneficiaba de los vatios suplementarios que ofrecía un motorcito escondido en los tubos del cuadro de su bicicleta, algo que nunca se ha podido demostrar. Por el contrario, y pese a las medidas adoptadas por la UCI, que durante el Tour empleó un escáner para descubrir a los posibles tramposos, nunca ha dejado de ganar, arrasar mejor dicho, teniendo en cuenta las diferencias que suele sacar a sus rivales: 1:27 a Larsson y 2:30 a Tony Martin, la plata y el bronce del Mundial 2009, y 1:02 sobre Millar y 1:l2 sobre Martin en el de 2010.

Ahora, 12 meses después del rumor que tanto daño hizo a su imagen, el tema del motorcito, parece desvelarse su verdadero secreto: la utilización de unos rodamientos especiales, engrasados a su vez con un aceite único, que le permiten ganar hasta dos segundos y medio por kilómetro. Eso es al menos lo que afirmaba ayer el periódico La Dernière Heure, a quien un mecánico italiano, amigo de Espartaco, había puesto en la pista: “Fabian jamás ha llevado un motor en su cuadro, pero dispone de un sistema de rodamientos único y revolucionario puesto a punto por un ingeniero”, decía Denis Migani, quien, según explica el periodista belga, guarda en su taller de Riccione, como si de auténticas joyas se trataran, dos maillots de Miguel Indurain.

“El sistema se llama Gold-Race”, prosigue Migani en La Dernière Heure, “y ha sido creado por el ingeniero y profesor universitario Giovanni Cecchini”, que por cierto nada tiene que ver con el preparador de igual apellido. Cancellara, al parecer, puso como condición para trabajar con él ser el único ciclista profesional en emplear sus inventos. “Las bolas de los rodamientos son parcialmente de grafito y se engrasan con un aceite muy complejo cuya composición es secreta”, sigue explicando Migani. “Su mezcla cambia en función de la humedad y la temperatura”, por lo que la presencia de su inventor se hace casi obligada en las grandes citas.

Según se puede leer en la página de Internet del inventor, Giovanni Cecchini, sus rodamientos reducen hasta en un 95% el rozamiento, disminuyen hasta un 27% el ácido láctico y consiguen una ventaja de hasta dos segundos y medio por kilómetro. Por el módico precio de 1.100 euros, cualquiera puede tener este sistema legal en su bicicleta. Las piernas de Espartaco, sin embargo, no tienen precio.

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