Cualquier opinión debe respetarse pues por encima de criterios y opiniones, a favor o en contra, está la belleza y el sacrificio que conlleva este deporte que todos disfrutamos y también sufrimos.
Pero… ¿porqué me cuestiono los efectos del “pinganillo”.
Son muchas las razones y no todas se pueden exponer aquí, pero una persona amante de las nuevas tecnologías como yo me considero, empieza a ver demasiada “calculadora” en los pelotones.
Y comento lo siguiente, supongamos una escapada del pelotón a la distancia que queramos estimar. La historia será la será como sigue:
El pelotón deja rodar la escapada y cuando faltan “x” kilómetros para la llegada, entran en funcionamiento la calculadora y el ·pinganillo”. A tantos segundos de “recorte” por kilómetro, si la ventaja es de tantos minutos, a cuatro o cinco kilómetros de la meta esa escapada habrá caído mantenemos lider y puede ser que incluso ganemos al sprint. Automáticamente entrarán en funcionamiento las órdenes de los directores por medio del “pinganillo” y vayas colocado atrás o adelante del pelotón, si te toca, tienes que pasar a la cabeza a tirar abajo esa fuga y tienes la seguridad de que en un porcentaje muy elevado esa escapada no triunfará o no adquirirá una ventaja notable.
Pero bueno, el tema es muy extenso, cambia el terreno, cambian las carreteras, el material es mejor y tantas y tantas otras cosas que pueden repercutir en el resultado de la carrera. Está bien, pero ¿Donde están aquellas escapadas que daban vuelcos espectaculares a la clasificación? ¿Qué pasa? ¿Dónde están los Bartali, Coppi Bahamontes, Julio Jiménez, Fuente etc, o los gregarios como Manzaneque, Stablinsky, Martín Piñera y demás, que ganaban etapas en solitario con varios minutos de ventaja y ese día eran la admiración de todos los aficionados aunque luego en el resultado de la clasificación general no tuvieran, en la mayoría de los casos una relevancia notable?
Y en los grandes puertos ¿que sucede? ¿Dónde están aquellas escapadas de Bahamontes, Gaul, Jiménez, Fuente y otros más cuya lista sería larga de enumerar? Pues os daré mi opinión, yo he visto pasar a Van Looy ( Campeón del mundo dos veces, gran sprinter vencedor de muchas etapas en el Tour, en el Giro en La Vuelta, etc.) en el Col d´Aubisque a quince minutos de Mariano Díaz (escapado con un francés y un italiano) y que fue vencedor del Tour del Porvenir del 65. Estoy seguro que hoy Van Looy pasaría, como poco, a TREINTA MINUTOS… ¿porqué? pues sencillamente porque le habría tocado, como a todo no escalador y siguiendo órdenes del “pinganillo” tirar hasta reventar en la parte que le correspondiera del último puerto para que los Contadores, Pantanis. Slecks, y demás no alcancen aquellas diferencias que obtenían los Bahamontes, Fuentes, Jiménez, etc…y siempre con la TRANQUILIDAD de esperar al “autobús” sabiendo que aún llegando FUERA de CONTROL ninguna organización le mandará para su casa.
Eddy Merkx dijo un día que el corredor que más le había hecho sufrir había sido Jose Manuel Fuente. En el ciclismo actual “El Tarangu” José Manuel Fuente, pasaría muchas dificultades para, al ritmo que impone el “pinganillo”, sobre todo en el último puerto dar aquellos “demarrajes “ que han pasado a la historia del ciclismo.
Bueno, no quiero pecar de “carrozón” y ya termino, lo mismo que tuve la suerte de ver a Merks, Poulidor, Ocaña, etc... pienso que si no se permitiera el “pinganillo” la estrategia de carrera, que no la táctica de salida que siempre la debe marcar el Director, la llevaría el líder del equipo sobre la marcha.
En un pelotón numeroso, no valdría esperar “a ver que me ordenan por el pinganillo” y mientras yo tranquilo aquí en el “paquete”.
Las referencias de las escapadas no estarían sujetas a la calculadora. Si no te “buscas la vida” cualquier fuga a ti y a tu equipo os puede dar una sorpresa con un vuelco en la general que cambie totalmente el planteamiento de la carrera. Estate atento a la pizarra, a los cortes, a la evolución de la prueba y tu mismo, como corredor, sabrás donde tienes que estar en cada momento ya sea como gregario o como jefe de equipo. A todo esto que cada uno añada las variable que considere.
Vaya desde aquí mi admiración a todos los que se suben en una bicicleta sean cicloturistas, aficionados o profesionales. Esta es mi humilde opinión desde mi humilde experiencia y me reitero en lo dicho, por encima de opiniones favorables o contrarias, que todos debemos respetar, está nuestro amor por la bicicleta y el ciclismo que cambie lo que cambie siempre será “nuestro ciclismo”.
Saludos a todos.