Ivan Gutierrez. Desde que en 2006 se inició la Operación Puerto el ciclismo español ha estado tambaleándose y, cuatro años después, aún perdura.
Me llamo Iván Gutiérrez y soy ciclista profesional desde 1999. Desde entonces he vivido un sinfín de avatares. La gota que colmó el vaso fue escuchar la noticia de que a mi compañero y amigo Alejandro Valverde le iban a retirar la licencia durante dos años. Tras ello, aún sabiendo que mi opinión es un grano de arena en el océano, he sentido la necesidad de que al menos ustedes, los lectores, conozcan de primera mano lo que sentimos la mayoría de los ciclistas españoles.
El caso Alejandro Valverde es la mayor injusticia que he vivido nunca. Alejandro es un campeón al que se le va a prohibir correr. Y ni yo ni la mayoría de nosotros sabemos por qué.
Alejandro Valverde es el ciclista con mayor talento natural y condiciones innatas que he visto en mi vida. Me atrevería a decir que es un talento único. He compartido vestuario con los mejores corredores españoles de la última década: Olano, Beloki, Gonzalez de Galdeano, Jalabert, Pereiro, Menchov y he competido contra Armstrong, Contador y un elenco inagotable, aún hoy en la elite mundial. Por ello me creo en la capacidad de argumentar que es injusto que a esta persona no se le permita practicar el deporte para el que ha nacido.
Alejandro Valverde nunca ha tenido un control antidopaje anómalo y puede que sea el ciclista que mayor número de test efectúa, ya que es prácticamente podio en cada una de las competiciones en las que participa. Sin contar los innumerables controles fuera de competición a que es sometido.
¿Qué más ha de hacer un deportista y, sobre todo, un ciclista? Un colectivo roto, con la escasa credibilidad que nos dan los medios de comunicación. Al margen de la cantidad de errores que se dan esporádica y desgraciadamente por parte de unos pocos inconscientes que no son capaces de discernir las normas de este deporte y por los cuales pagamos todos.
Los ciclistas queremos, hacemos y competimos por un deporte limpio. Pero necesitamos un poco de comprensión por parte de la sociedad. A ver si entre todos luchamos por la cantidad de injusticias que continúan dándose. Hoy es el día de Alejandro Valverde, pero por el camino quedaron una gran cantidad de compañeros desde aquel famoso año 2006.
Me gustaría que mi opinión sirviese para algo. Es compartida por la inmensa mayoría de la familia ciclista.
A los dirigentes de estamentos deportivos: S.O.S. La bicicleta se hunde. Ayuda. ¡Ya!