Santi Durán. Ayer se cumplieron 51 años del fallecimiento de Fausto Coppi, el ciclista italiano más grande de todos los tiempos y figura legendaria de este deporte que falleció a causa de la malaria, contraida tras disputar una serie de criteriums por África, a los 40 años. Si el año pasado, cincuentenario de su muerte, se reunieron en diez mil personas en Castellania, el pueblo donde nació en 1919, ayer unos pocos centenares de personas se congregaron ante su tumba, en la que también está enterrado su hermano Serse, igualmente ciclista profesional. La escuela local estrenó un aula mientras que en la cercana Novi Ligure se inauguró una exposición que recoge todos los monumentos y placas que 'Il Campionissimo' tiene repartidas por toda Italia, entre las que destacan las ubicadas en lugares de especial significado ciclista, como en el Passo Stelvio, el Pordoi y en el exterior del Museo de Ghisallo, cerca de Como, y que es santuario de los ciclistas. Además, en todo el país hay docenas de calles y plazas que llevan su nombre.
Fue segundo tres veces en la Lieja-Bastogne-Lieja (1947, 1948 y 1954) pero nunca logró ganar la decana de las clásicas. Sí que se impuso en la Flecha valona de 1957 y en la París-Niza de 1960. Además, acabó tercero en la Vuelta a España de 1956. Su hijo ha confirmado que la carrera que lleva su nombre volverá al calendario tras quince años de ausencia
