Santi Durán. Alberto Contador ha asegurado que no va a abrir más la boca sobre el tan traído celmbuterol ni sobre los restos de plástico en la orina ni sobre autotransfusiones. Es lo mejor que puede hacer después de haberse paseado por los platós en programas normalmente dedicados al cotilleo. Lo triste es que el ciclismo ha pasado a ser un tema más de 'marujeo', en el que todos tienen algo que decir. Patética la escena de Revilla, el presidente cántabro, preguntándole al ciclista: "Mírame a los ojos, ¿te has dopado?". El campeón de Pinto dice que calla pero no calla. Porque nada más anunciar su silencio afirma en su perfil de 'Twitter' que "estoy realmente triste y desilusionado, por más que intento no logro entender nada. Gracias a todos".
La patata caliente está ahora en las manos de la UCI, que ha asegurado tomar una decisión durante esta semana o a principios de la próxima. El máximo organismo ciclista está por no considerar positivo el 'caso Contador' pero sancionarlo con tres meses a cumplir fuera de temporada. El madrileño no quiere ni oír hablar de ello. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se opone, argumentando que por ínfima que sea la cantidad de sustancia prohibida hallada, ya es dopaje. El plástico del que todos hablan y nadie ha visto se ha detectado gracias a un método ideado por el barcelonés Jordi Segura, director del laboratorio antidopaje de Barcelona. Pero como no está homologado, pues en principio tampoco tiene validez. Según varios medios esos restos de plástico habrían aparecido en un control realizado la víspera del que detectó el clembuterol.
La patata caliente está ahora en las manos de la UCI, que ha asegurado tomar una decisión durante esta semana o a principios de la próxima. El máximo organismo ciclista está por no considerar positivo el 'caso Contador' pero sancionarlo con tres meses a cumplir fuera de temporada. El madrileño no quiere ni oír hablar de ello. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se opone, argumentando que por ínfima que sea la cantidad de sustancia prohibida hallada, ya es dopaje. El plástico del que todos hablan y nadie ha visto se ha detectado gracias a un método ideado por el barcelonés Jordi Segura, director del laboratorio antidopaje de Barcelona. Pero como no está homologado, pues en principio tampoco tiene validez. Según varios medios esos restos de plástico habrían aparecido en un control realizado la víspera del que detectó el clembuterol.
Rápidamente se han montado dos trincheras alrededor del madrileño, los que están a su favor y los que están en contra. En el primer bando, la UCI y prensa nacional. En el otro, AMA y prensa extranjera. Se trata de una cuestión de fe. Se cree uno al ciclista o no se lo cree. Lo malo es que como cada semana más o menos salta algún nuevo positivo, se hace más que difícil el creer. Este deporte ha perdido toda credibilidad y los principales culpables son los propios ciclistas, que pusieron en su día el cuello bajo la guillotina autoimponiéndose el legendario 50% de hematocrito cuando la EPO corría como el agua. A partir de ahí quedaron maniatados. ¿Cómo es que otros colectivos deportivos no siguieron su ejemplo? La UCI, con sus contínuos trapicheos y su nefasta gestión, es también muy culpable. No sólo por las filtraciones que deja ir según sea el implicado sino por no seguir un criterio claro. Además, ¿en algún momento ha demostrado que Lance Armstrong no entregó una suculenta cantidad de dinero y donó una máquina para detectar EPO? No. Y como quien calla otorga... Está la cloaca muy hedionda y se antoja difícil que los mismos que la han dejado en este estado (directivos federativos, directores deportivos, médicos y también ciclistas) vayan a ser capaces de asearla.
No voy a defender ni a acusar ni a Contador ni a nadie; hace tiempo que el escepticismo se ha adueñado de uno. Pero da que pensar que el mano a mano final entre los dos aspirantes a ganar el Tour haya arrojado el peor resultado de la historia de la carerra: Contador acabó el 35º en la 'crono' de Pauillac a 5'43" de Cancellara. Andy Schleck, el 44º a 6'14".
No voy a defender ni a acusar ni a Contador ni a nadie; hace tiempo que el escepticismo se ha adueñado de uno. Pero da que pensar que el mano a mano final entre los dos aspirantes a ganar el Tour haya arrojado el peor resultado de la historia de la carerra: Contador acabó el 35º en la 'crono' de Pauillac a 5'43" de Cancellara. Andy Schleck, el 44º a 6'14".
