Fernando Llamas. Ante la inacabable contradicción de un sistema que gasta cientos de millones y no garantiza la justicia en un ciclismo ya desigual en el trato con respecto a otros deportes, me dio por airear que lo mejor que se puede hacer ahora es abolir los controles antidopaje. No es la posición que he mantenido hasta ahora, pero el control está podrido y los avances que aparecen a nuestra vista son espejismos. Todo sigue igual. Creímos en la Vuelta y ya tenemos dos señalados a posteriori, sumados a un discreto positivo por EPO en plena competición.
Lo de Alberto Contador no es discreto: es un abuso. Las filtraciones interesadas cantan una vez más. Cuando el acuerdo entre la UCI y el ciclista español estaba sellado y el clembuterol iba a quedarse en un accidente por comer carne engordada con esteriodes, a alguien se le ocurrió contárselo a los periodistas cuyo trabajo es permanecer 24 horas al día atentos a los laboratorios y a los políticos que los manejan desde la UCI, la AMA, los Gobiernos y las subsecretarías. Y no sólo eso, sino también contaron el experimento de los residuos plásticos encontrados en muestras, teóricamente secretas, que podrían conducir a una sospecha de que Alberto Contador habría trajinado sangre y las bolsas de plasma habrían dejado esas virutas microscópicas en su orina. Condicionales subrayados, para que se entienda mejor.
Los condicionales hoy son noticia. Más si al cabo de dos días un periódico muy serio y mundialmente respetado los vuelve a utilizar. Y el daño a Alberto Contador ya es mucho más serio que el periódico aunque su culpabilidad esté aún lejos de poder ser demostrada. Jugando con los medios y con algunos botarates de tamaño internacional, los que mecen la cuna de la desfachatez están ganando otra vez su partida. Así, analizando un hecho tras otro, pensé que legalizar al modo del deporte profesional estadounidense las formas de dopaje no sería tan dañino.
Lo de Alberto Contador no es discreto: es un abuso. Las filtraciones interesadas cantan una vez más. Cuando el acuerdo entre la UCI y el ciclista español estaba sellado y el clembuterol iba a quedarse en un accidente por comer carne engordada con esteriodes, a alguien se le ocurrió contárselo a los periodistas cuyo trabajo es permanecer 24 horas al día atentos a los laboratorios y a los políticos que los manejan desde la UCI, la AMA, los Gobiernos y las subsecretarías. Y no sólo eso, sino también contaron el experimento de los residuos plásticos encontrados en muestras, teóricamente secretas, que podrían conducir a una sospecha de que Alberto Contador habría trajinado sangre y las bolsas de plasma habrían dejado esas virutas microscópicas en su orina. Condicionales subrayados, para que se entienda mejor.
Los condicionales hoy son noticia. Más si al cabo de dos días un periódico muy serio y mundialmente respetado los vuelve a utilizar. Y el daño a Alberto Contador ya es mucho más serio que el periódico aunque su culpabilidad esté aún lejos de poder ser demostrada. Jugando con los medios y con algunos botarates de tamaño internacional, los que mecen la cuna de la desfachatez están ganando otra vez su partida. Así, analizando un hecho tras otro, pensé que legalizar al modo del deporte profesional estadounidense las formas de dopaje no sería tan dañino.
En estas me topé con unas declaraciones del fiscal antidopaje del Comité Olímpico Italiano (CONI), Ettore Torri, favorables a algún tipo de legalización del dopaje. Un reconocimiento de la derrota del sistema, que no elimina las manchas y en alguna ocasión ensucia lo que permanece limpio. Lo que pasa es que es muy difícil estar de acuerdo con alguien que utiliza argumentos falsos para sostener sus ideas. Y argumento falso es que "todos los ciclistas se dopan", porque eso no lo puede saber. Y también que "todos los ciclistas a los que he interrogado últimamente dicen que todos se dopan". ¿Todos, signore? No me diga que Alejandro Valverde le dijo que él se dopaba y que todos sus colegas de profesión también. Quizá por eso le ha caído sanción y media, por negarlo todo. ¡Por favor!. Al rato aparece el sentido común en un ciclista, sí, en Marco Pinotti, que twittea -con perdón de la expresión- su explicación: "Si interrogas a corredores implicados en el dopaje, ¿qué esperas que te digan? Preferirán esconderse tras la creencia de que 'todo es doping' antes que admitir que ellos son perdedores, gilipollas, farsantes, mentirosos". Algunos ciclistas razonan mejor que jueces y fiscales cuya principal función profesional es razonar.
Así que mi campaña a favor de la barra libre puede esperar. ¡Nunca con Torri al lado! Mejor empezar por eliminar los sujetos que se lo están llevando crudo y obtienen prebendas y sacian su sed de vendetta utilizando el nombre del juego limpio, la igualdad y la salud en sus beneficios espurios.
Así que mi campaña a favor de la barra libre puede esperar. ¡Nunca con Torri al lado! Mejor empezar por eliminar los sujetos que se lo están llevando crudo y obtienen prebendas y sacian su sed de vendetta utilizando el nombre del juego limpio, la igualdad y la salud en sus beneficios espurios.