¿ JUEGO LIMPIO ?


Views:
BY
1 COMMENTS
David Suárez. Lo diré claramente: a mí no me ha gustado nada el juego amistoso que hemos visto entre Contador y Schleck en este Tour de Francia. ¿Juego limpio? ¿Fair Play? ¿Esperar a los rivales? ¿Patraña de niñatos? Es curioso, a los ciclistas les pueden hacer de todo –hasta señalarles con el dedo y decirles que trucan sus bicis con un motor (no explícitamente, claro está)– y apenas se quejan. Les pueden sancionar por dopaje sin haber dado positivo, pueden ser defenestrados por meras sospechas, suelen firmar cláusulas abusivas en sus contratos, aceptan recorridos peligrosos... Y, por norma general, lo que llamaríamos el "colectivo ciclista" no sólo no dice nada sino que podríamos decir que no existe.

Creo que por eso el episodio de la tercera etapa del Tour 2010 (camino de Spa) fue tan sorprendente para el aficionado. ¿A qué viene eso de esperar a los rivales? ¿Etapa neutralizada? ¿Bajada peligrosa? ¿Acaso el Tour no es por definición una carrera de supervivencia? Siguiendo la lógica de aquel día, más preguntas: ¿Por qué no neutralizaron toda la etapa siguiente, la del adoquín camino de Arenberg? ¿Por qué planifican etapas con pavés si saben que lo natural es que se produzcan caídas, golpes, abandonos...? ¿Acaso la gracia de esas etapas no es precisamente el peligro intrínseco para los ciclistas? ¿Por qué no protestaron en cuanto supieron que habría pavés en el Tour 2010?

Y tras este contrasentido vivimos el petardazo de la avería de Scheck y la pantomima de si Conatodor tenía que haber parado o no y las posteriores declaraciones de Contador haciéndose el sueco (¡cómo pudo decir que no lo había visto!) y el colofón de las disculpas: "quizás me equivoqué". Bueno, pues rectificar hubiera sido muy fácil, sólo tenía que devolverle los 39" en cualquiera de las etapas posteriores. En cuanto al numerito de Contador pidiéndole a Sastre que parara un ataque camino del Tourmalet porque había caído Samuel Sánchez, tan solo decir: "sin comentarios".

Historia ejemplar. En 1971, el líder del Tour era Luis Ocaña con más de 7' sobre Merckx. En la 14º etapa, en los Pirineos, el belga atacó una y otra vez con Ocaña siempre a su rueda. Pero en la bajada del Col de Mente se desató la tormenta. Bajo el granizo, cayeron en el descenso Merckx y Ocaña en la misma curva. Cuando el conquense se preparaba para seguir la marcha, Zoetemelk le ayó encima y le dejó inconsciente, justo antes de que Agostinho rematara al español. El ganador de aquella etapa fue José Manuel Fuente, quien también cayó varias veces antes de llegar victorioso a Luchon. El propio Eddy Merckx cayó otras dos veces durante aquel descenso. Ocaña, de amarillo, tuvo que ser evacuado sin conocimiento al hospital. Al día siguiente, Merckx, nuevo líder y vencedor del Tour tras al abandono forzoso de Ocaña, no quiso lucir el maillot amarillo en homenaje al español. Nadie protestó, nadie apeló entonces al juego limpio. 

El ciclismo es así.Nos guste o no el ciclismo tiene muchas cosas y, entre ellas, están las caídas, la lucha contra las averías, la meteorología, la mala suerte... Es lo que la mayoría de cronistas llaman "épica" y probablemente es lo que hace que este deporte se mantenga en pie después de tantos descalabros en los últimos tiempos. El ciclismo ya tiene suficientes problemas internos como para que los ciclistas se dedican a crear otros cuando, en realidad, sólo deberían hacer lo que mejor saben: seguir pedaleando.

¡Feliz Pedalada!

A blog created by El Ultimo Sprint