FROOME GANA EL TOUR DE OMAN 2014


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Gerardo Fuster de Carulla. Poco a poco, con más o menos eco, nos vamos adentrando en lo que va a ser la temporada rutera del año 2014. Es tradicional por estas fechas que se celebre el Tour de Omán, situado en la península Arábiga. El ciclista británico Christopher Froome sin reparos se ha proclamado vencedor absoluto de esta prueba, manteniendo una cierta pugna con el estadounidense Van Garderen (2º) y el colombiano Urán (3º), sus oponentes más directos.

Una carrera con historial joven: El Tour de Omán no lleva muchos años de vida en el calendario internacional. Esta edición ha sido la quinta. Con anterioridad, figuran como ganadores el suizo Fabian Cancellara (2010), el holandés Robert Gesink (2011), el esloveno Peter Velits (2012) y por dos veces consecutivas el inglés Chris Froome (2013-14), originario de Kenia. Como se constata se trata de una prueba con una breve andadura ciclista. Los organizadores de esta carrera, respaldados por este sultanato acusadamente rico, económicamente hablando, en virtud de la explotación de las grandes reservas de gas natural y de petróleo que posee. Si hay dinero en sus arcas, todos lo sabemos, es tarea más que fácil respaldar cualquier evento deportivo que sirva para divulgar las excelencias del país y atraer al turismo hacia allí.

Poseía un recorrido total de 916 kilómetros, distribuidos en seis etapas. La citada competición que hoy nos ocupa se ha disputado bajo un encuadre sumergido entre arenas ardientes y bajo un paisaje geométrico sin apenas arboleda o zonas verdes. Es una tierra con fisonomía arisca, acompañada incluso con algunas montañas que se hacen notar y unos vientos que suelen soplar de una manera algo incómoda y continuada en aquellas estepas.

Froome, un paladín con méritos suficientes: La cuatro primeras etapas fueron más bien un simple espectáculo ciclista en donde los velocistas airearon sus capacidades. El germano André Greipel (31 años), un veterano de la vieja guardia, se llevó la etapa inicial; mientras que el noruego Alexandre Kristoff, André Greipel, de nuevo, y el eslovaco Peter Sagan, conquistaron sus laureles en las tres etapas siguientes. La emoción en sí surgió al fin en el transcurso de la quinta etapa, que tenía la virtud de tener la llegada en la cima del apelado Green Mountain -Montaña Verde-, punto apropiado para que algunos corredores de cierto renombre salieran de su escondite o pasividad. ¡Era hora ya!

Era una subida propicia para prender con fuego la pólvora y tratar de darle vuelta a los hechos anodinos vividos en los cuatro primeros días. El último tramo de la aludida jornada, la quinta, bajo una pendiente del 10,5% y una longitud de casi 6 kilómetros, el pelotón se puso en tensión por iniciativa de los escuderos de Froome del equipo Sky Procycling: Básicamente, el corredor vasco Mikel Nieve y el colombiano Sergio Luis Henao, los dos son muy capaces cuando la carretera se empina hacia arriba. A un kilómetro y algo más de la cumbre, en donde estaba situada la llegada, Christopher Froome pasó a la acción directa y decidida. El fruto no se hizo esperar. Le bastó este escenario para definir abiertamente sus intenciones y en consecuencia su triunfo final.

Froome venció sin paliativos de ninguna clase. En fila india fueron llegando los esforzados hombres del pedal escalonadamente, con segundos de tiempo de menos a más. El estadounidense Tejay Van Garderen cedió 22 segundos. A continuación puntuó el colombiano Rigoberto Urán, que se tomó el lujo de superar a nuestro representante, el catalán Joaquim Rodríguez, y al holandés Robert Gesink. Froome, un ciclista que posee un potencial extraordinario y que merece nuestra confianza cara al año que se nos avecina, se vistió con el consabido jersey rojo, prenda cotizada que distingue al líder. Y así se terminó la historia. El Tour de Oman había quedado virtualmente sentenciado, dado que la última etapa no pasó de ser un día de asueto para los concurrentes y fiesta para los mismos aficionados. El único acontecimiento fue la tercera victoria de etapa en esta prueba a cargo del germano André Greipel (31 años), un velocista de raza que no tuvo a nadie que le pudiera hacer sombra, incluyendo el eslovaco Peter Sagan, a pesar de que éste se adjudicó la cuarta etapa, en la localidad de Ministry of Housing, una simple nota de color. La última etapa, repetimos, fue un paseo triunfal para Froome, inamovible, que culminó en la cornisa turística de la ciudad populosa de Matrah, atestada de público por presenciar y admirar la célebre caravana multicolor.

Los españoles estuvieron allí: Tras la victoria absoluta de Froome, cabe destacar la prestación de dos españoles en la clasificación general final: Joaquim Rodríguez (4º) y Daniel Moreno (10º). Es un dato a tomar en cuenta puramente informativo. Quedan por delante ocho largos meses de competición con mil combates por dirimir. Nunca está de más el afirmar que nuestra representación no pasó de ser la de cinco unidades. De ahí que nos conformemos con los dos puestos obtenidos. Simplemente aceptables.

El poder del dinero: Digamos como referencia final que el Sultanato de Omán está limitado por el Océano Índico y, por el interior, flaqueado por Arabia Saudita, República del Yemen y los Emiratos Árabes, acotados precisamente a Qatar. Alberga en su conjunto un clima cálido y a la vez muy seco. Abundan palmeras de dátiles, rebaños ovinos y la explotación de camellos. Predomina en su subsuelo, tal como hemos señalado más arriba, el petróleo y el gas natural. Cuenta con casi un millón de habitantes, aunque esta cifra se ve fuertemente incrementada por la afluencia sin freno de gentes empobrecidas que van a la busca de trabajo con evidente desespero. Proceden, por lo general, de la India, Pakistán e Irán. Con todo lo expuesto, hemos de decir que se valora la mano de obra extranjera, marcando un progreso en este país de contrastes y de riquezas.

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