PURITO Y VALVERDE


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David Suárez (@dsuarez_arueda). Entre los parabienes del oficialismo y demás prensa rosa, las medallas conseguidas por los españoles en Florencia nos impiden ver la realidad: se perdió un Mundial.

ESPAÑA: El ciclismo es un deporte individual que se corre por equipos. Esta contradicción se incrementa en las citas mundalistas, puesto que suelen coincidir varios líderes en una selección. De hecho, esta es la tónica en España en los últimos años. Existe una clara tendencia por seleccionar "a los mejores" individualmente, 'capos' en sus equipos, por encima de ciclistas de menos caché y más ganas de trabajar. Lo hemos visto en casi todos los mundiales desde que Freire ganara en 2004; demasiados ciclistas se veían con el maillot arcoriris. Este año no ha sido una excepción (recuerden el cruce de declaraciones entre Freire y Valverde del pasado Mundial).
 
PURITO: El primer ataque de Purito es perfecto; define la carrera y deja opciones por detrás a Valverde. Su empecinamiento posterior sólo tenía un objetivo: ganar el mundial para él (no para España). A falta de 3km para meta, tras haber jugado su baza y con las fuerzas de todos muy igualadas, lo suyo era que apostara por el más rápido (Valverde) a riesgo, claro, de quedarse sin medalla. En lugar de eso, se empecinó en atacar, siempre amparado en la coartada de que liberaba a su compatriota. Ya vimos que no fue muy lejos y Rui Costa le recortó la ventaja en un santiamén.

VALVERDE: Aunque la incapacidad táctica del murciano es ya proverbial, creo que se le ha criticado en exceso. Valverde se equivoca al no seguir la rueda de Costa. Es un error tan obvio y tan grave que sólo encuentro una explicación: iba tan cabreado con la actitud de Purito que dimite de la carrera… Un cruce de cables que le impidió ver que la rueda de Costa le llevaba probablemente al oro. Valverde (33 años) no ha ganado ninguna carrera importante este año, casi siempre ha hecho podio, como ayer en Florencia, como el año pasado en Limburgo...

PREGUNTAS: Si alguien vio que durante la última vuelta (o incluso antes) Purito y Valverde hablasen, ni siquiera unos segundos, por favor que me lo diga. Yo no les vi acercarse el uno al otro en ningún momento, lo cual es especialmente curioso si tenemos en cuenta que no había pinganillos. "¿Cómo vas? ¿Ataco o tiro a saco para tu esprint? ¿Marcas tu a Costa y yo a Nibali?"… Preguntas pertinentes que no llegaron a pronunciarse. Tampoco se hablaron en el podio, ni siquiera se miraron.

EQUIPO: Lo anterior me lleva a insistir en que España no pareció correr como un equipo en ningún momento. Quizás es una obsesión mía, pero juraría que los españoles –al contrario que Italia, Bélgica, Alemania, Colombia…– nunca rodaron juntos. Veías pasar el grupo y cada uno iba a su bola, desperdigados, algunos a cola. Creo que esta imagen dice mucho de la falta de plan de España. "Comer, beber y viajar a rueda", era el "no-plan" del seleccionador. Si se hubiera corrido el mundial sólo con Castroviejo, Valverde y Purito, el resultado podría haber sido perfectamente el mismo. No sé que sentido tiene llevar a Contador, Dani Moreno, Luis León o Egoi Martínez para que viajen a rueda hasta que no puedan más. De hecho, lo de España en Florencia parece ya una norma de comportamiento.

FLORENCIA. La lluvia endureció un recorrido duro en el que el alto kilometraje fue el factor decisivo. La última vuelta fue de gran emoción, magnífica, pero las 250km anteriores fueron muy sosos. Una larga fuga con el polaco Huzarski, controlada por Italia, aguantó prácticamente hasta la penúltima vuelta. Excepto el protagonizado por Giovanni Visconti, no hubo ninguno de los típicos movimientos tácticos de los "segundos espadas". Por cierto, Nibali cayó en la penúltima vuelta y fue capaz de enlazar con la cabeza en un plisplás gracias a un escandaloso "trascoche".

FUTURO: Las dos medallas de los élites sirve de nuevo para tapar un futuro nefasto para el ciclismo español. Que el promedio de edad de los "pros" sea de las más elevadas del Mundial no es ya una novedad, pero que el resto de la expedición apenas tenga un resultado medianamente destacable es preocupante; sobre todo porque es una tendencia que se repite hace años. El ciclismo español es un páramo en el que brillan ciclistas veteranos y en el que no se ve continuidad. Sin apenas equipos profesionales o semiprofesionales y sin apenas carreras, el futuro de este deporte se presume bastante gris.

¡Feliz pedalada!

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