REFORMA DEL REGLAMENTO GENERAL DE CIRCULACION


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RFEC. La próxima reforma del Reglamento General de Circulación –que podría estar vigente en el segundo semestre de 2013- ha originado una serie de reuniones en fechas recientes, así como diversas manifestaciones que han tenido diverso eco en los medios sobre aspectos como la obligatoriedad del casco o la circulación de las bicicletas por las aceras.

Para conocer el estado de estas actuaciones, hablamos con César Acosta,portavoz de la Comisión de Seguridad Vial de la RFEC y representante en el grupo de trabajo GT44.

Acosta destaca la última reunión mantenida, el pasado 12 de julio, “ya que asistieron todos los sectores implicados en el uso de la bicicleta, que está experimentando una importante progresión en los últimos años. Así, aparte de la RFEC y de la ACP, estuvieron representantes del Ministerio de Fomento, de la Fiscalía de Seguridad Vial, de los Ayuntamientos de Sevilla, Madrid y Vitoria, el presidente de la Organización de Ciudades Españolas por la Bicicleta, de la asociación Conbici, e incluso de entidades de seguros o de las empresas dedicadas a la bicicleta. Fue una reunión que duró más de cinco horas y que resultó muy provechosa”.

En este sentido, el responsable federativo quiere destacar que “el objetivo de estos trabajos es que la bicicleta, tanto en la ciudad como en el aspecto deportivo, ocupe el lugar que le corresponde, que no es otro que el mismo nivel que el resto de medios de transporte y que sea el usuario el que seleccione el medio de transporte. No como ahora que se favorece el uso privado del transporte en detrimento del público o la propia bicicleta. Todas las medidas que apoyamos están encaminadas a dar facilidades a la promoción de la bicicleta”.

De esta forma, se trataron varias medidas que ahora queremos analizar, como el uso del casco. Y aunque hubo consenso para continuar como ahora, que nos sea obligatorio en vías urbanas, ciertas manifestaciones recientes del ministro indican que se podría imponer esa obligatoriedad, algo a lo que se oponen las asociaciones de usuarios. “Yo siempre lo uso, a raíz de un incidente que tuve, pero entiendo que no se debe imponer. En carretera sí, porque se producen más situaciones de riesgo para el ciclista y con más peligro. Pero en ciudad el llevar el caso es un factor disuasorio y lo que pretendemos es fomentar el uso de la bicicleta. Además, no hay un estudio significativo sobre su efectividad, mientras que sí lo hay sobre el ahorro sanitario por la utilización de la bicicleta. Es un tema que volveremos a debatir en una próxima reunión del GT44”, que podría tener lugar a finales de agosto.

Similar lectura tiene el uso de prendas reflectantes. “En ningún momento se indica que deba ser un chaleco, sino que entendemos que con las luces de la bici, los leds y prendas retrorreflectantes, como puedan ser brazaletes o las propias marcas en el maillot deben ser suficientes. De esa manera evitaremos el engorro de transportar un chaleco para alguien que va a recorrer muchos kilómetros para poder superar un túnel de apenas un centenar de metros”.

Sobre la circulación de las bicicletas, la RFEC propuso que el uso de los carriles bicis no sean obligatorios, sino recomendables, por lo que la señal circular actual de fondo azul y figura blanca pasará a ser cuadrada, de consejo. “La razón está clara, el ciclista deportivo genera una velocidad que puede ser más del doble de los otros usuarios de la vía, generando un peligro al poder encontrarse con otros usuarios de la misma vía y dichos carriles no son aptos para la práctica deportiva del ciclista”.

Esa misma idea subyace en la prohibición de que las bicicletas puedan circular por las aceras, salvo en contadas excepciones, a pesar de que el proyecto de reforma que estaba elaborando el anterior gobierno sí lo contemplaba. “Había una normativa que daba competencia municipal en este aspecto, pero la DGT la ha recuperado y quiere homogeneizarlo. No debemos olvidar que las bicicletas son un vehículo, y que de la misma forma que se entiende que el coche puede generar presión a los ciclistas, estos pueden resultar también molestos, incluso peligrosos para los peatones, sobre todo en sitios donde hay personas mayores o niños. Por ello entendemos que, salvo en circunstancias muy particulares, la norma sea que las aceras son para los peatones”.

Finalmente, Acosta nos habla de las llamadas ‘vías 30’, una idea que “ya se aplica en muchos países y ciudades europeas y que aquí estamos estudiando aún para ver como se pueden adaptar. Básicamente se trata de que en calles estrechas, en las que no se puede adelantar, se equipare la velocidad de los coches y las bicicletas y que éstas incluso puedan tener la posibilidad de circular en sentido contrario, aunque hay muchos aspectos en los que trabajar”.

En definitiva, “se trata de dar mayor protagonismo a las bicicletas en la ciudad en particular, pero también en general en todas las vías, garantizando su protección y sobre todo, como decía, la posibilidad de elección entre distintos medios de transporte”.

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